
Cuando se usa el celular antes de dormir, la luz azul emitida por el aparato interfiere en el reloj interno que regula el ciclo sueño-vigilia, provocando que se duerma mal y que se tarde más en conciliar el sueño. Además, estar expuesto a la luz azul de los celulares y otros dispositivos electrónicos antes de dormir puede aumentar el riesgo de sufrir cáncer de piel.
¿Por qué no debemos usar el celular antes de dormir?
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El uso continuo de teléfonos inteligentes se asocia con un riesgo mayor de sufrir cáncer en la cabeza, según un estudio publicado en la revista científica «Environmental Health Perspectives». La investigación, que se realizó con una muestra de 905 personas, halló que el riesgo de padecer cáncer de la glándula pineal aumenta en un 250% entre quienes usan el teléfono celular durante tres horas o más al día. La glándula pineal es una pequeña glándula ubicada en el cerebro que produce melatonina, una hormona que regula el sueño.
¿Qué pasa si usas el teléfono en la noche?
Las luces de un teléfono celular pueden interferir con el sueño, según un estudio publicado en la revista «Occupational and Environmental Medicine». Los investigadores analizaron los sueños de 14 personas que usaban teléfonos celulares antes de dormir y descubrieron que las luces de los teléfonos interferían en el sueño de las personas.
¿Qué pasa si se duerme con el celular debajo de la almohada?
Cuando se duerme con el celular debajo de la almohada, éste emite ondas electromagnéticas que pueden afectar el sueño. Además, se pueden producir quemaduras si el celular se calienta demasiado.
El uso de celulares antes de dormir puede causar problemas de sueño, tales como dificultad para conciliar el sueño, despertares frecuentes y sensación de cansancio al despertar. Además, el uso de celulares antes de dormir puede afectar la calidad del sueño, lo cual puede tener consecuencias negativas en la salud.
El uso de celulares antes de dormir puede interferir con el sueño. La luz azul que emite el teléfono celular puede afectar el reloj interno del cuerpo, haciendo que sea más difícil conciliar el sueño. Además, la actividad mental que requiere el uso del teléfono puede mantener despierto a quien lo está utilizando.