
La luz es una onda electromagnética que se propaga a través del espacio. La luz visible es la que percibimos con los ojos y está compuesta por una mezcla de ondas de distintas longitudes de onda. Según la longitud de onda, la luz puede ser visible o invisible.
Las ondas de luz más cortas (violeta y azul) son las que tienen mayor energía y son las que se ven como colores. Las ondas de luz más largas (roja, amarilla y naranja) son las que tienen menos energía y son las que se ven como colores cálidos.
La luz tiene una influencia significativa en nuestro estado de ánimo y en nuestro bienestar físico. La luz solar, por ejemplo, nos proporciona vitamina D y nos ayuda a producir serotonina, una sustancia química que nos hace sentir bien.
La luz artificial tiene un efecto significativo en nuestra vista. Según la longitud de onda, la luz puede ser benéfica o perjudicial para nuestros ojos. La luz azul, por ejemplo, es perjudicial para nuestros ojos y puede causar daños en la retina. Por eso es importante que la luz artificial no sea muy intensa y que esté equilibrada con la luz natural.
¿Qué tipo de luz es dañina para la vista?
Las luces muy brillantes son dañinas para la vista. Pueden causar dolor de cabeza, fatiga ocular y deslumbramiento.
¿Qué luz hace menos daño a los ojos?
Las luces menos dañinas a los ojos son las luces de bajo consumo, las luces LED y las luces de alta frecuencia.
Las luces LED son cada vez más populares en la iluminación residencial y comercial debido a su bajo consumo de energía, larga duración y reducción de emisiones de calor. Sin embargo, aunque las luces LED son una buena opción para la vista, todavía es importante elegir el tipo de luz adecuado para cada espacio.
Las luces artificiales pueden afectar la vista de muchas formas, dependiendo de su intensidad, longitud de onda y color. La luz azul, por ejemplo, tiende a ser más intensa y puede ser dañina para la vista.